La idea de los baneos es algo controversial. A la gente le encanta llamar, más bien gritar, cuando se trata de banear una carta, pero cómo se ponen una vez que suceden. El baneo tiene en sí la función de mantener un formato justo, a coste de que muchas veces nos quedamos con una carta en la que invertimos sin uso alguno, si no es que nos quedamos sin un deck entero.
Pero ¿Cómo funciona el baneo? ¿Qué factores provocan uno? ¿Qué tan justificado está el clamar por uno?
Estas y más preguntas intentaremos responder durante el artículo, ya que el tema siempre es relevante y siempre se encuentra en la boca de los jugadores, sin importar la época.
Pero ¿Cómo funciona el baneo? ¿Qué factores provocan uno? ¿Qué tan justificado está el clamar por uno?
Estas y más preguntas intentaremos responder durante el artículo, ya que el tema siempre es relevante y siempre se encuentra en la boca de los jugadores, sin importar la época.
¿Qué es un baneo?
La función principal de una prohibición es para mantener un formato justo y balanceado. Esto generalmente está enfocado en los formatos no rotativos, hablamos aquí de Pauper, Moderno, Legacy y Vintage, este último se presenta en forma de restricciones, o sea una carta por deck. En EDH/Commander, la lista es llevada por un comité aparte y, a diferencia de las listas de Wizards of the Coast, es una lista sugerida, ya que el formato es de índole casual.
La filosofía principal del baneo es controlar desbalances creados por las cartas que WotC publica, sea por sinergías no esperadas entre cartas que dan demasiada ventaja a un mazo. El enfoque pricipal de la compañía es crear cartas para Standard, ya que su negocio principal se encuentra en este formato. Los formatos eternos sufren del hecho de que sevan acumulando más y más cartas, lo que no pasa en T2. En otras palabras, aunque en Standard pueda haber una carta problema, el formato se corrige cada seis meses, cuando las cartas de un bloque se retiran y cambia la faz del juego. Pero en los demás formatos, no hay una manera de eliminar las cartas de forma "natural", por lo cual la lista funciona como una manera de atacar mecánicas o cartas problemáticas que limiten la diversión y la variedad de mazos jugables.
Un ejemplo de ello es por ejemplo el denominado "Invierno Eldrazi", en dónde durante tres meses los decks de Eldrazi fueron la mayoría de los decks jugados, ya que sus cartas eran fuertes a costos bajos, gracias a Eye of Ugin, una carta que reducía los costos de los Eldrazi. Muchas de esas creaturas eran de por sí de relativamente bajo costo, y la reducción de costes de maná no permitía que otros decks pudiesen responder ante la rápida aparición de ellas. Durante los primeros tres meses del 2015 lo único que podía jugar uno si quería ganar un torneo era ese mazo o Affinity, que más o menos se defendía. El desbalance fue tan grande, que WotC se vió obligado a prohibir la carta.
Un efecto secundario que provoca los baneos es también el cuánto afectan la participación en torneos. Durante la época de Caw Blade, por ejemplo, el número de participantes en GPs se había reducido tánto, que mejor eliminaron lo que era realmente el único deck jugable. Como se puede ver, el baneo es necesario para mantener la salud de un formato y del juego en general.
Pros y contras
Los baneos pueden por ello ser buenos, ya que mantienen el interés de los jugadores de seguir participando en el juego. Está comprobado que frecuentemente en casos de desbalances, lo jugadores dejan de participar en los torneo, ya que saben que si no traen el deck ganador, no tienen ni la oportunidad de ganar algo, sobre todo en los altos niveles competitivos. Hay que aceptar que todos los que sueñan con el Pro Tour no tienen todas las cartas, tal como muchos profesionales de Magic tienen. Asimismo, muchos jugadores van a los grandes torneos de GP con la meta de siquiera lograr el segundo día, pero si no tienen ni un ápice de oportunidad, tampoco querrán participar en los eventos grandes.
La lista, por ello, es necesaria para poder mantener el interés de los jugadores en el juego. Aunque Wizards no saque dinero diréctamente de los formatos que no sean Standard, el interés en la existencia de estos formatos le da la legitimidad a comprar cartas a largo plazo de muchos jugadores. Si sólo existiera T2, la utilidad de comprar grandes colecciones se pondría en duda y el valor de las cartas sería de poca importancia, tá como lo mencioné en un artículo anterior.
El gran problema de los baneos se encuentra en un efecto secundario que pueden generar tanto por la cuestión de la disponibilidad de las cartas, como el de la inversión en ellas. Si se banea una carta, tal como sucedió con Birthing Pod, se desbarata una inversión que los jugadores hacen y para los jugadores de menos recursos, obligan a estos a volver a iniciar un deck (no desde cero) para poder seguir jugando. El miedo creado por los baneos es palpable con frecuencia, tal como un chiste de Carboard Crack que pone a los jugadores viendo el Pro Tour de un año y pidiendo que su deck NO gane, con tal de que no tenga peligro de baneo.
La inversión en el deck sobrepasa lo económico, ya que en los formatos eternos muchos jugadores se enamoran de su deck y lo disfrutan, por lo que la prohibición de una carta importante en su deck los aliena del juego y causa disgustos.
Es por ello que los baneos se deben de tomar con pinzas. Por un lado, es importante dar mantenimiento a los formatos para que se mantengan interesantes, pero si a uno se le pasa la mano, puede generar un espíritu de desconfianza que no apoyará al formato y al juego en general.
El público y los baneos
Los baneos pueden por ello ser buenos, ya que mantienen el interés de los jugadores de seguir participando en el juego. Está comprobado que frecuentemente en casos de desbalances, lo jugadores dejan de participar en los torneo, ya que saben que si no traen el deck ganador, no tienen ni la oportunidad de ganar algo, sobre todo en los altos niveles competitivos. Hay que aceptar que todos los que sueñan con el Pro Tour no tienen todas las cartas, tal como muchos profesionales de Magic tienen. Asimismo, muchos jugadores van a los grandes torneos de GP con la meta de siquiera lograr el segundo día, pero si no tienen ni un ápice de oportunidad, tampoco querrán participar en los eventos grandes.
La lista, por ello, es necesaria para poder mantener el interés de los jugadores en el juego. Aunque Wizards no saque dinero diréctamente de los formatos que no sean Standard, el interés en la existencia de estos formatos le da la legitimidad a comprar cartas a largo plazo de muchos jugadores. Si sólo existiera T2, la utilidad de comprar grandes colecciones se pondría en duda y el valor de las cartas sería de poca importancia, tá como lo mencioné en un artículo anterior.
El gran problema de los baneos se encuentra en un efecto secundario que pueden generar tanto por la cuestión de la disponibilidad de las cartas, como el de la inversión en ellas. Si se banea una carta, tal como sucedió con Birthing Pod, se desbarata una inversión que los jugadores hacen y para los jugadores de menos recursos, obligan a estos a volver a iniciar un deck (no desde cero) para poder seguir jugando. El miedo creado por los baneos es palpable con frecuencia, tal como un chiste de Carboard Crack que pone a los jugadores viendo el Pro Tour de un año y pidiendo que su deck NO gane, con tal de que no tenga peligro de baneo.
La inversión en el deck sobrepasa lo económico, ya que en los formatos eternos muchos jugadores se enamoran de su deck y lo disfrutan, por lo que la prohibición de una carta importante en su deck los aliena del juego y causa disgustos.
Es por ello que los baneos se deben de tomar con pinzas. Por un lado, es importante dar mantenimiento a los formatos para que se mantengan interesantes, pero si a uno se le pasa la mano, puede generar un espíritu de desconfianza que no apoyará al formato y al juego en general.
El público y los baneos
Magic es un juego con una historia bastante larga comparada con otros juegos. Después de 23 años de existencia, si disponibilidad de cartas que pueden interaccionar entre sí es bastante grande y puede generar efectos no esperados diez o veinte años atrás. Mientras en T2 esto realmente no es un factor, ya que apenas y sobrepasa los mil el número de cartas disponibles, en otros formatos donde no hay restricción de tiempo, puede ocasionar problemas. Aquí es donde entra el público a la discusión sobre las decisiones de qué se va o que se queda.
Aclaremos una cosa primero. Las peticiones del público no son determinantes, tampoco las decisiones de la empresa son tomadas de forma democrática, o sea, porque la mayoria de la gente lo quiere. Pero se sabe que WotC sí pone atención al público para seleccionar ciertos candidatos que se muestren problemáticos o que rompan con las reglas fundamentales del juego y/o formato que se presenta. Es por ello importante entender que una queja no siempre llegará a suceder sólo porque la gente lo quiere.
Esto lo remarco porque hay casos en los que la agencia del público no es algo viable. Tal es el caso de Standard, en dónde me he encontrado con frecuencia con gente que no está de acuerdo con una carta que domina el formato y la sienten opresiva. En los foros he visto gente pidiendo baneos de cartas como Siege Rhino y Collected Company. Ambas cartas eran poderosas en su momento y dominaban con frecuencia los top 8 de varios torneos. Más estas no han sido opresivas como las cartas que conformaban Caw Blade o Ravager en conjunto de las tierras artefacto. Tenemos que entender que Standard es un formato probado por WotC por años y que el banear una carta en este limitado grupo de cartas es una forma de la empresa de aceptar de que han hecho un error. Los diseñadores han trabajado duro en generar un formato lo más consistente y equilibrado posible, y el baneo no debería suceder.
Al mismo tiempo, si sientes que hay una carta demasiado dominante en el formato entonces puedes dejar de jugar en lo que se arregla por sí mismo. Lo bueno de T2 es que las cartas vienen y van con el tiempo, lo que permite un arreglo y balanceo automático. Si, habrá momentos en que una carta sea demasiado buena (tanto así que encuentra su camino hasta a Moderno y Legacy), pero si se fijan en los resultados de los últimos años, nunca llega a ser un caso donde es el único deck jugable y que, a pesar de ser la mayoría de los top 8/16/32, nunca es el único deck. Es por ello que siento que pedir el baneo en T2 es un poco exagerado y que más bien se tiene que ser paciente, sobre todo ahora que la rotación es más acelerada de lo que era hace dos años.
Conclusión
Los baneos son armas de dos filos. Son necesarios para poder mantener a los formatos eternos interesantes y, sobre todo, balanceados. Pero también generan desconfianza, ya que la gente juega formatos eternos para poder jugar con su deck favorito el "resto de su vida". Asimismo, no creo que los baneos son necesarios para algo así como Standard, ya que el formato es justo un formato para construir decks, experimentar y para medir la habilidad de los jugadores de poder desenvolverse en un número algo limitado de cartas. Cada baneo que se haga en este último formato es aceptar que los diseñadores, gente con amplia experiencia y algunos hasta reclutados de los pros que estuvieron en los PTs, tuvieron un error grave. WotC intentará no usar una herramienta tan peligrosa para el juego en un formato que se arregla a sí mismo y los nosotros los jugadores, deberíamos tener un poco más de juicio ante eso.
Bueno, ahí los dejo con unos pensamientos generales del baneo. ¿Qué opinan? Están de acuerdo o qué cambiarían de los baneos? Comenten y, como siempre... ¡sigan tapeando perros!
Esto lo remarco porque hay casos en los que la agencia del público no es algo viable. Tal es el caso de Standard, en dónde me he encontrado con frecuencia con gente que no está de acuerdo con una carta que domina el formato y la sienten opresiva. En los foros he visto gente pidiendo baneos de cartas como Siege Rhino y Collected Company. Ambas cartas eran poderosas en su momento y dominaban con frecuencia los top 8 de varios torneos. Más estas no han sido opresivas como las cartas que conformaban Caw Blade o Ravager en conjunto de las tierras artefacto. Tenemos que entender que Standard es un formato probado por WotC por años y que el banear una carta en este limitado grupo de cartas es una forma de la empresa de aceptar de que han hecho un error. Los diseñadores han trabajado duro en generar un formato lo más consistente y equilibrado posible, y el baneo no debería suceder.
Al mismo tiempo, si sientes que hay una carta demasiado dominante en el formato entonces puedes dejar de jugar en lo que se arregla por sí mismo. Lo bueno de T2 es que las cartas vienen y van con el tiempo, lo que permite un arreglo y balanceo automático. Si, habrá momentos en que una carta sea demasiado buena (tanto así que encuentra su camino hasta a Moderno y Legacy), pero si se fijan en los resultados de los últimos años, nunca llega a ser un caso donde es el único deck jugable y que, a pesar de ser la mayoría de los top 8/16/32, nunca es el único deck. Es por ello que siento que pedir el baneo en T2 es un poco exagerado y que más bien se tiene que ser paciente, sobre todo ahora que la rotación es más acelerada de lo que era hace dos años.
Conclusión
Los baneos son armas de dos filos. Son necesarios para poder mantener a los formatos eternos interesantes y, sobre todo, balanceados. Pero también generan desconfianza, ya que la gente juega formatos eternos para poder jugar con su deck favorito el "resto de su vida". Asimismo, no creo que los baneos son necesarios para algo así como Standard, ya que el formato es justo un formato para construir decks, experimentar y para medir la habilidad de los jugadores de poder desenvolverse en un número algo limitado de cartas. Cada baneo que se haga en este último formato es aceptar que los diseñadores, gente con amplia experiencia y algunos hasta reclutados de los pros que estuvieron en los PTs, tuvieron un error grave. WotC intentará no usar una herramienta tan peligrosa para el juego en un formato que se arregla a sí mismo y los nosotros los jugadores, deberíamos tener un poco más de juicio ante eso.
Bueno, ahí los dejo con unos pensamientos generales del baneo. ¿Qué opinan? Están de acuerdo o qué cambiarían de los baneos? Comenten y, como siempre... ¡sigan tapeando perros!